Para aquellos cazadores que saben que una buena nariz será la diferencia entre encontrar el trofeo o perderle y confían en su perro para realizar este trabajo, se trabajará con la memoria olfativa del can, para que sepa reconocer la sangre de la presa herida y guiarnos hasta ella, así mismo se le enseñara a seguir el rastro de algún animal en específico, discriminando rastros viejos.